lunes, 10 de junio de 2013

La rentabilidad social del Patrimonio: Baena y el proyecto de Torreparedones

Puerta oriental del recinto amurallado de Torreparedones


La alcaldesa recibe la insignia de oro
Como todos los años, el pasado sábado desde la Asociación Provincial de Museos Locales de Córdoba conmemoramos el Día Internacional de los Museos con la entrega del máximo galardón anual que conceden los museos: la insignia de oro de la asociación. En esta ocasión la distinción fue otorgada por unanimidad al Ayuntamiento de Baena, por su trabajo en favor del Patrimonio Histórico y, especialmente, por su interés en la recuperación y puesta en valor del impresionante yacimiento arqueológico de Torreparedones.

Al fondo, tras los olivos, Castro el Viejo
Conocí ese lugar hace ya bastantes años, atraído por las ruinas del castillo de Castro el Viejo, abandonado desde el siglo XVI. Se apreciaba entonces la existencia de un gran yacimiento antiguo que era en su mayor parte desconocido. De hecho, la gran "revolución" en la investigación, conservación y puesta en valor de Torreparedones ha tenido lugar durante la última década y, muy especialmente durante los últimos cinco años. La ilusión de José Antonio Morena, arqueólogo municipal de Baena, y la clara visión de futuro demostrada por el Ayuntamiento han permitido que Torreparedones sea hoy no sólo un apasionante proyecto de futuro, sino también una realidad patrimonial de indudable interés.

La reconstruida puerta oriental.
Tuvimos la posibilidad de visitar el conjunto guiados por quien mejor lo conoce: José Antonio Morena (ver aquí y aquí). José Antonio nos contagió su entusiasmo por el proyecto, y con él fuimos recorriendo los principales espacios estudiados del conjunto (aproximadamente un 5% de la superficie del yacimiento). Accedimos por la impresionante puerta monumental de la muralla oriental, cuya radical reconstitución volumétrica no ha estado exenta de polémica, como reconoció el propio Morena. En cualquier caso, tanto el tratamiento diferencial de los materiales (no se trata de engañar a nadie queriendo hacer pasar por original lo reconstruido) como el respeto al principio de reversibilidad (si un día se decide eliminar el añadido, puede hacerse sin afectar ni lo más mínimo a las estructuras originales) nos permiten catalogarla como una obra correcta, independientemente de que la veamos más o menos acertada. Si queréis mi opinión, a mí es lo que menos me gustó de todo lo que vimos el sábado por la mañana. Aunque tampoco grito con horror; sobre todo, porque se trata de una obra reversible.

Acceso al Santuario, situado extramuros.
Uno de los elementos más interesantes de lo que conocemos de Torreparedones es el santuario ibero-romano. Una sencilla estructura arquitectónica cuyo significado, sin embargo, conocemos bastante bien gracias a los datos aportados por las excavaciones arqueológicas, que nos permiten contar hoy con una impresionante colección de exvotos de piedra caliza, conservados en su mayor parte en el Museo Histórico de Baena, aunque el Museo Arqueológico de Córdoba conserva una pequeña muestra de gran interés. Especialmente una cabeza en cuya frente aparece grabado el nombre de la divinidad al que posiblemente estuviera dedicado el santuario: Dea Caelestis, la romanización de las antiguas Diosas - Madre comunes en todos los pueblos del Mediterráneo. El conjunto de exvotos nos muestra también la existencia de una cierta especialización de este santuario, que era especialmente apreciado por mujeres embarazadas y para la curación de artrosis y afecciones en las piernas.

Parte del Decumanus Maximus,
una de las pirncipales calles de la ciudad romana

En el centro de la antigua ciudad romana se situaba la gran plaza pública o foro, a la que se abrían los principales edificios administrativos, judiciales (la Basílica) y oficiales, entre ellos un gran templo. En sus proximidades se encontraba también el gran mercado. Sorprende el estado de conservación de unos restos que nos permiten, aún siendo una mínima parte del conjunto lo excavado hasta ahora, hacernos una idea bastante clara de la organización espacial de la antigua población romana.

Una vez conocido el yacimiento, es completamente recomendable la visita al Museo Arqueológico de Baena, situado en la céntrica  Casa de la Tercia. Porque podremos completar la visión general que hemos obtenido en el yacimiento y, además, comprender mejor el significado de los diferentes bienes muebles surgidos de las excavaciones de Torreparedones.

Enhorabuena al Ayuntamiento de Baena por su valentía, y enhorabuena a José Antonio Morena por su trabajo. Si en apenas cinco años han conseguido los resultados que hoy pueden admirarse, tendremos que estar atentos y visitar cada año Torreparedones. Para disfrutar de lo que conocemos y descubrir las novedades que, sin duda, serán apasionantes.


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