lunes, 20 de marzo de 2017

Museo Arqueológico de Córdoba: 150 años mirando al futuro


Hoy, 20 de marzo de 2017, el Museo Arqueológico de Córdoba cumple 150 años. Tal día como hoy, pero de 1867, un Real Decreto creaba el Museo Arqueológico Nacional además de museos arqueológicos en aquellas provincias que contaran con importantes colecciones de antigüedades. Entre ellas, en Córdoba.

Puede parecer una paradoja que, al hablar de la historia de un museo arqueológico, destaque en el título la palabra futuro. Pero es que, desde su creación, este museo siempre ha sido un garante de la custodia del pasado, pero con la mirada puesta en el futuro. Sobre la historia del museo ya nos habló su directora, Lola Baena, en una conferencia el pasado 25 de enero. Y sobre las necesidades de futuro del centro, sobre todo de la necesaria reactivación del proyecto de rehabilitación del palacio de los Páez de Castillejo, nos habla hoy en Diario Córdoba la presidenta de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Córdoba, Clementina Rojas. Convirtiendo el cumpleaños en un aniversario reivindicativo. Siempre mirando al futuro.

Desde sus comienzos, el museo ha mirado al futuro buscando, en primer lugar, un espacio idóneo para exponer sus impresionantes colecciones. A pesar de que hoy lo celebremos, lo cierto es que el Decreto de 1867 fue esencialmente voluntarista. Por él se crea el Museo Arqueológico Provincial en Córdoba, pero sin dotarlo ni de instalaciones ni de presupuesto. De ahí que la infancia de la institución continuara durante décadas ligada al desarrollo de su hermano mayor, el Museo de Pinturas (hoy, de Bellas Artes). Un tiempo durante el que el principal objetivo sería precisamente el de contar con un espacio propio. Sólo en 1920 las colecciones arqueológicas se separarán físicamente de las de Bellas Artes, instalándose en la Plaza de San Juan y, muy pronto, en la Casa Mudéjar de la Calle hoy llamada de Samuel de los Santos, en la que hoy es sede de Casa Árabe.

A pesar de las carencias evidentes de espacio, el museo estuvo instalado en la Casa Mudéjar hasta su traslado a su actual sede de la plaza de Jerónimo Páez en 1959. A partir de este momento, el espectacular desarrollo de la arqueología en nuestra provincia corrió paralelo a la "colmatación" del espacio disponible. El nuevo edificio pronto se quedaría pequeño, tanto para albergar las colecciones como para prestar los servicios que se exigen a un museo moderno (espacios para conservación y restauración, atención a investigadores, difusión y áreas didácticas, etc.). Ya a lo largo de los años 70 del siglo XX se procedería a la compra de una serie de solares anejos, destinados a una futura ampliación que sólo se pondría en marcha con la convocatoria de un concurso de ideas en 1998. El proyecto contemplaba la construcción de un edificio de ampliación, que serviría de sede temporal del museo hasta la rehabilitación completa del Palacio de los Páez de Castillejo (leer más). Pero, por el momento, así nos hemos quedado.

En la actualidad, el museo parece asentado en una larga provisionalidad. El nuevo edificio cuenta con espacios muy interesantes para el desarrollo del trabajo interno del centro, además de una impresionante biblioteca y dos salas que, mientras no se ejecuta la fase final de rehabilitación del palacio, sirven para exponer una pequeña muestra de las colecciones conservadas. La crisis económica, real pero que también muchas veces sirve para enmascarar la falta de visión e interés de las instituciones públicas responsables, detuvo un proyecto que, pese a la existencia de partidas en los sucesivos Presupuestos Generales del Estado, no ha comenzado a desarrollar el Ministerio de Cultura. Recientemente, se ha anunciado la inminente (de nuevo) puesta en marcha del proyecto con la restauración de la fachada principal. Con un presupuesto seis veces menor al tantas veces prometido para este año (500.000 € en lugar de 3.000.000, según publica ABC), sólo deseo que en esta ocasión salte de una vez de la nota de prensa a la realidad. Porque si se hubiera invertido sólo la mitad de lo que con bombo y platillo se publicita periódicamente en prensa, quizá desde la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico podrían haber publicado su carta de cumpleaños con agradecimientos en lugar de reivindicaciones.

150 Años después de su creación, uno de los museos arqueológicos más importantes de Europa sigue mirando al futuro. Con la ilusión aún infantil de ver cumplida su vieja aspiración de disponer de un espacio adecuado. Los responsables políticos deberían entender que no se debe jugar tanto con los sueños e ilusiones de los niños, porque corren el riesgo de convertirlos en viejos amargados.

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