viernes, 17 de marzo de 2017

Cultura del olivar de sierra en Los Pedroches




Anoche, el gran espacio de acceso al Teatro El Silo de Pozoblanco se quedó pequeño para el numeroso público asistente a la presentación del proyecto Cultura del olivar de sierra en Los Pedroches. Se trata de una obra (libro + documental complementario) salida directamente de la Oficina de Patrimonio Histórico creada por el Ayuntamiento de Pozoblanco (y que espero sinceramente que pronto pueda recuperarse), que durante un año tuvo entre sus cometidos la catalogación de las antiguas molinas dispersas por nuestra sierra. Antonio Carrasco y Juan de la Cruz Cabrera, entonces técnicos de esa oficina, fueron los encargados de poner en marcha un trabajo que contó con la colaboración de Olivarera de Los Pedroches (Olipe).

El trabajo de Antonio y Juan de la Cruz pronto empezó a dar sus frutos, y ellos mismos se encargaron de proponer su difusión pública mediante un libro y una pieza audiovisual. Como indicó en la presentación Juan Antonio Caballero, presidente de Olipe, realizando un trabajo que supera con creces el exigido por un horario de oficina y que, añado yo, se prolongó en el tiempo mucho más de los 12 meses de duración de su contrato laboral.

Antonio y Juan de la Cruz plantearon, con gran acierto en mi opinión, y con una destacable dosis de generosidad, que su catálogo de molinas debía complementarse con textos en los que quienes más saben del tema nos hablaran del pasado, del presente y del futuro de nuestro olivar de sierra, y de su importancia patrimonial para toda nuestra comarca (para Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, que agrupan la mayor parte de la zona de cultivo, pero también para el resto de pueblos de la comarca, que también aportaban su trabajo en numerosas faneguerías).

De esta forma, el libro, dotado de un importante aparato gráfico y con una edición muy cuidada, incluye además del estudio de las antiguas instalaciones industriales de nuestra sierra, una serie de artículos que destacan la importancia del Patrimonio, tanto material como inmaterial, ligado a nuestros olivares.

Los biólogos Pedro López Bravo y Pedro López Nieves se encargan, con la solvencia que caracteriza todos sus trabajos, de introducirnos en el medio físico y natural de la sierra de Los Pedroches. Una primera parte absolutamente necesaria, porque es preciso conocer el espacio para poder comprender nuestra cultura del olivar. Y una introducción a la que sirve de perfecto complemento el texto del escritor Juan Bosco Castilla, reciente ganador del premio Solienses, que nos regala su particular visión del paisaje de La Sierra. Varias veces he comentado en artículos de este blog que, para mí, el espacio y el tiempo son los dos factores esenciales que nos permiten comprender el Patrimonio Histórico. Y, si los dos primeros artículos del libro se dedican al espacio, del tiempo se encarga Matías Sánchez  en su documentada historia del olivar en Los Pedroches. Como podréis imaginar, de lectura obligada.

Antonio García Herruzo (compañero "de fatigas" en tantas horas de archivo y lectura de documentos, enamorado de la historia, de la investigación y de la divulgación) y Tránsito Habas Sánchez (tan enamorada de la sierra, del olivar y del aceite como empeñada en reivindicar la importancia de la mujer en la sociedad y en la historia) son los encargados de continuar introduciendo en sus artículos el duro trabajo de la aceituna. Unos trabajos en los que las mujeres, como destaca Tránsito, siempre han sido parte esencial. Un trabajo duro, sobre todo el de la recolección, que sin embargo dejaba tiempo para la diversión: para cantar y bailar jotas, a las que dedica su artículo el musicólogo Luis Lepe, y a juegos como los que nos presenta (nuevamente) Antonio García Herruzo. Pero no todo es Patrimonio Inmaterial: el arquitecto Antonio Ángel Ballesteros, un verdadero especialista en Patrimonio Arquitectónico, nos ofrece una breve pero intensa panorámica sobre la arquitectura generada por el olivar y el aceite en la Sierra.

Llegados a este punto, resulta necesario conocer cómo se cultiva el olivar en este espacio, y a eso dedican su artículo Jesús Fernández de Castro y Jesús Fernández Habas, dos generaciones de olivareros por vocación. Y, para conocer nuestras molinas, también es conveniente tener una idea general de la evolución de los sistemas de extracción del aceite, base del artículo firmado por el Catedrático de Ingeniería Gráfica de la UCO Francisco Montes.

Llegamos así a la parte central del proyecto, la clasificación, estudio y catálogo de molinas, que se traduce en el textos en 3 artículos firmados por Antonio Carrasco y el catálogo realizado por Antonio y Juan de la Cruz. El modelo cooperativista en Los Pedroches y la historia de las más recientes almazaras de la comarca (Olipe, de Pozoblanco; Nuestra Señora de Luna, de Villanueva; San Antonio Abad, de Obejo; y la desaparecida FISA, también de Pozoblanco) es el tema central de los artículos firmados por Juan Antonio Caballero, Juan Gregorio Nevado, Antonio Alcaide y Juan de la Cruz Cabrera.

El libro termina con artículos de opinión, que intentan dejar abierto el debate sobre nuestra cultura del olivar. El primero de ellos, una mirada hacia el futuro por Jesús Fernández de Castro y Jesús Fernández Habas. El segundo, del presidente de Olipe, Juan Antonio Caballero. El tercero, de Francisco Ochoa López, presidente de la Cooperativa Nuestra Señora de Luna. El libro se cierra con un nuevo artículo de Antonio García Herruzo, esta vez relacionado con el habla del olivar.

J.A. Caballero, R. Rossi, E. Pozuelo, A. Carrasco y J.C. Cabrera, en la presentación de la obra
No puedo negar que sentí un enorme placer al comprobar la aceptación de esta obra durante la presentación de anoche. Se agotaron los ejemplares puestos a la venta,  aunque desde hoy mismo pueden adquirise tanto en librerías como a través de la librería virtual 17 pueblos, al módico precio de 18 €. Y tengo que agradecer que, durante la presentación, todos los intervinientes (Rosario Rossi, concejala de cultura; Emiliano Pozuelo, alcalde de Pozoblanco; Juan Antonio Caballero, presidente de Olipe, y los autores, Antonio y Juan de la Cruz) se acordaran de mí y del trabajo realizado cuando yo era concejal de cultura. Muchas gracias. Aunque, como comentaba con Rossi al finalizar el acto, nuestra labor como responsables políticos sólo ha sido la de facilitar el trabajo de los profesionales (el mío, al poner la semilla y dirigir los primeros pasos de esta criatura; el de Rossi, al culminarlo con todo el cariño que demuestra esta cuidada edición). Ellos, Antonio Carrasco Bautista y Juan de la Cruz Cabrera García-Arévalo, son quienes han coordinado el trabajo, quienes han seleccionado y dado las instrucciones necesarias a ese gran elenco de colaboradores, quienes han contactado con los propietarios, con antiguos trabajadores de almazaras y antiguos aceituneros... Y merecen todas las felicitaciones por hacernos este magnífico regalo y reivindicar la importancia de la cultura del olivar de sierra en Los Pedroches. Gracias, y enhorabuena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que necesarias son estas iniciativas y cuan largo es aun el camino que nos queda por recorrer. Los Pedroches es una tierra con un cultura rica . Así debemos sentirlo y así debemos expresarlo. No puedo entender ni justificar aquellos que dicen que "aquí no hay na". Solo demuestran una insensibilidad y desconocimiento supino de todo lo que les rodea. En fin.

Le toca a las administraciones fomentar y promover este tipo de actividades. Desconozco la fórmula idónea para ello. No sé si habría que relanzar la oficina de patrimonio o establecer una mesa de trabajo con diferentes profesionales del sector. Lo que sí tengo claro, es que hay que seguir trabajando y para ello, hay que contar con todos aquellos que invierten su tiempo movidos por el amor a su tierra y su cultura.

Enhorabuena a todos los que con su trabajo, dedicación y esfuerzo, han sacado adelante esta magnífica obra. Espero y deseo que permitan seguir trabajo a este magnífico grupo de profesionales que día a día nos enseñan a conocer, valorar y querer un poquito más nuestra tierra.