viernes, 12 de febrero de 2016

A través del espejo



A través del espejo: el arte del peinado romano es el título de la exposición temporal que se puede visitar en el Museo Arqueológico de Córdoba hasta el próximo 28 de febrero. Todavía estamos a tiempo, por lo tanto, para disfrutar de una pequeña exposición que considero altamente recomendable.

Y la recomendación me da pie para hacer un breve comentario sobre la muestra. Ya habréis notado los que seguís este blog que me gusta analizar las exposiciones temporales. Y que considero que, mucho más allá del valor histórico o artístico de los objetos que muestran, el verdadero éxito de una exposición consiste, para mí, en transmitir claramente un mensaje concreto mediante un discurso expositivo bien articulado. Este discurso formaría el fondo de una exposición, que necesitaría complementarse con una correcta forma expositiva que, independientemente del propio valor estético que transmite el espacio, sirve para complementar y hacer más comprensible el discurso.

Personalmente, me gusta la sencillez en el diseño y la claridad en el mensaje. Quizá es que soy minimalista y por eso la pequeña sala de exposiciones temporales del Museo Arqueológico de Córdoba me parece un lugar apropiado para pequeñas muestras como la que actualmente podemos disfrutar.

Se trata de una exposición pequeña, sencilla, pero que transmite un mensaje muy claro de manera atractiva. Todo un acierto, por lo tanto. El discurso se articula en tres bloques: un primer espacio introductorio sirve para presentar objetos de tocador de época romana; tras él, el bloque central está presidido por retratos femeninos en mármol que desarrollan la idea central de la exposición, la evolución de las modas en el peinado femenino en época romana; finalmente, una interesante y más extensa selección de terracotas romanas nos permite ahondar más en este discurso central.

Me gusta esta exposición porque consigue, a través de las piezas expuestas, transmitir una idea muy clara: las modas también existían en el mundo romano. Y me gusta porque la forma de contarnos esta historia es sencilla, atractiva y eficaz. Sin grandes alardes técnicos ni presupuestarios, al entrar en la sala comprendemos rápidamente -sin necesidad de largos textos- qué nos cuenta la exposición. Y el atrevimiento de colocar de espaldas los retratos romanos es una genialidad en la que puede entreverse el trabajo de diseño de Paco Domínguez (Zum Creativos). Lejos que restar importancia a las piezas, sirve para destacar de entre todos los valores de estas importantes obras el que pretende resaltar la exposición, colocando el peinado en el primer plano. Y los espejos circulares en los que se miran los retratos son uno de esos recursos sencillos pero tremendamente eficaces que me hacen salir de la exposición con una amplia sonrisa. Os la recomiendo.

No hay comentarios: