viernes, 22 de enero de 2016

XIV Jornadas de Estudios Andalusíes: pequeño balance

F. Rioboo, R. Frochoso, J, Criado y M.J. Viguera. Foto: Diario Córdoba


El pasado martes 19 de enero comenzaron en la sede de la Biblioteca Viva de al-Andalus las XIV Jornadas de Estudios Andalusíes, organizadas por la Real Academia de Córdoba, la Fundación PRASA y la Fundación Paradigma Córdoba. La segunda sesión se celebró el miércoles 20 en la actual sede de la Real Academia. Durante estos dos días, seis interesantes charlas nos han vuelto a acercar de nuevo al pasado andalusí de la ciudad de Córdoba.

Inició las jornadas María Jesús Viguera, catedrática de estudios árabes de la Universidad Complutense de Madrid, con una breve charla sobre la Mezquita de Córdoba en las fuentes árabes. Y resalto lo de "breve" porque la propia ponente comenzó su intervención reconociendo que un análisis completo del tema no podría exponerse ni siquiera disponiendo de 24 horas para su conferencia. Siempre precisa, la dra. Viguera señaló algunos datos de interés que diferentes cronistas andalusíes y árabes nos ofrecen sobre este edificio, remitiendo a los asistentes a la lectura del texto que se publicará en un número especial de la revista al-Mulk para obtener una información algo más detallada.

Rafael Frochoso, que además de ponente ha sido el coordinador de estas jornadas, habló a continuación del traslado en el siglo XI de las supuestas reliquias de San Zoilo desde Córdoba hasta Carrión de los Condes (Palencia), y de algunos interesantes elementos que llegaron a Carrión posiblemente junto con las reliquias: dos tejidos andalusíes y una arqueta califal decorada con placas de marfil. Frochoso mostró sus fundadas dudas de que la arqueta, conservada en el Museo Arqueológico Nacional, se hubiera recuperado del subsuelo en excavaciones, aunque su procedencia del monasterio de Carrión le parece clara.

La primera sesión de estas jornadas terminó con la intervención del arquitecto Francisco Rioboo que, en su charla sobre "el diseño geométrico de la arquitectura del salón rico de Madinat al-Zahra" se centró en el estudio de las proporciones de la arquitectura de la ciudad califal. Con un discurso en el que no faltaron numerosos cálculos matemáticos, el ponente dejó claro que las relaciones entre ancho y largo de las estancias o entre los tamaños diferentes de los arcos de la portada no son casuales, sino fruto de un diseño de proporciones muy cuidado.

Ya el miércoles, el profesor de la Universidad de Córdoba José Ramírez del Río nos ofreció unas interesantes reflexiones sobre la historiografía andalusí y las posibilidades de su uso como fuente para la investigación histórica. Partió de la tradicional desconfianza de los historiadores hacia unas fuentes cuyo contenido no está exento de ficción literaria. Pero la evidencia de que el contenido de estos escritos no puede ser tomado al pie de la letra no invalida su valor como fuente histórica -y en eso estoy completamente de acuerdo con el ponente-. Como cualquier otro tipo de fuente, es necesario un análisis crítico, científico, para el que en este caso resulta de gran importancia el trabajo realizado por especialistas en literatura árabe. No sólo porque así podremos diferenciar con más claridad el dato histórico de la leyenda y la creación literaria. Sino además porque esta misma creación literaria cumplía en su momento una función de legitimación del poder y de presentación pública de éste ante la sociedad de su época que ofrece, en sí misma, una información de gran relevancia para los historiadores.

Sebastián Gaspariño habló a continuación de un mítico ejemplar del Corán que habría sido utilizado en la Mezquita Mayor de Córdoba desde época emiral. Se trataría de una de las copias -hoy perdida- mandadas realizar por el califa Utman para ordenar la Palabra Revelada en un solo libro. Citado por varias crónicas, este ejemplar habría llegado a Córdoba posiblemente en época de Abd al-Rahman I, convirtiéndose en un importante símbolo para los andalusíes.

Finalizaron las Jornadas con la intervención de Francisco Gamero que, a partir de dos interesantes dibujos del siglo XVII conservados en el Archivo de la Real Chancillería de Granada (que, curiosamente, yo también había utilizado en trabajos sobre el paisaje en el entorno de Madinat al-Zahra) fue trazando el curso de diferentes conducciones de agua destinadas al abastecimiento de Córdoba en época andalusí. Sorprendió el trabajo de exploración del antiguo qanat (canal) realizado por el ponente a través de diferentes pozos conservados tanto al aire libre como en el interior de viviendas o sótanos de cocheras, como igualmente la constatación de los elevados índices de contaminación visibles en algunos tramos subterráneos, ocasionados en buena parte por filtraciones de agua procedentes de las numerosas piscinas existentes hoy en la zona.

Con la conferencia de Francisco Gamero terminaron estas jornadas, cuyo contenido será publicado próximamente por la Real Academia en un número monográfico de la revista al-Mulk, a la vez que sus responsables comenzaron a preparar las XV Jornadas de Estudios Andalusíes que tendrán lugar a comienzos de 2017.

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